Traducido al español por: Dinorah Peña-Durán

Tres estudiantes de 12º grado de la Escuela Preparatoria Irving están respirando un poco más relajadamente en su difícil labor para pagar la universidad, gracias a una generosa beca de la Fundación Michael y Susan Dell.

Los estudiantes de AVID Claudia Lozano, James Morris y Jonnalys Soto han sido nombrados “Dell Scholars”.

A través de este prestigioso programa, que reconoce y ayuda a una población menos privilegiada, cada estudiante becado recibirá del programa una beca de $20,000, una computadora portátil y dinero para libros. Estos estudiantes becados, a menudo, son parte de la media académica y los primeros en asistir a una universidad en sus familias.

“Siento que me liberé de una carga”, dice James. “Iba a tener que cambiar la universidad a la que quería asistir. Pero esto me ayudó. Ahora, no tengo que pedir préstamos y terminar graduándome con una deuda de $20,000. Ahora es más razonable mi situación. Puedo ir a la escuela a la que quiero ir. No puedo creerlo.”

“Respiramos con tranquilidad ahora”, añade Jonnalys. “Esto me está permitiendo tener una beca completa para asistir a la Universidad Texas Wesleyan. En lugar de faltarme $10,000, ahora solo me faltarían $5,000. Puedo trabajar todo el verano y ahorrar dinero y pagar eso”.

Además del premio monetario, el programa Dell Scholars también proporciona recursos esenciales, incluida una red de apoyo para ayudar a los becados a tener éxito; servicios confidenciales de consejería; y asesoría de ayuda financiera.

“No es sólo una beca; es un programa con miras a la finalización de la universidad”, dice Claudia. “Te ayudan si tienes otros problemas, no sólo financieros. Están ahí para asegurarse de que tengamos éxito”.

“No sabía sobre lo mucho que hacen más allá del facilitar el dinero”, añade James. “Dell va a estar ahí en cada paso del camino. Esto es genial. Es como si nos estuvieran diciendo: ‘Nos preocupamos por ti'”.

Claudia planea estudiar biología/pre-medicina en la Universidad de Texas en Austin o en la Universidad Texas A&M, con aspiraciones de convertirse en doctora.

“No estoy exactamente segura de qué rama quiero seguir, pero sé que quiero hacer algo en el campo médico”, dice. “Siempre he tenido ese deseo porque quiero ayudar a la gente. Y me gusta la ciencia. Esto combina ambas cosas, además de que puedes marcar la diferencia en el mundo”.

James cursará una carrera de teatro en la Universidad de Baylor o en la Universidad de Houston.

“Ambos tienen los mejores programas universitarios de teatro”, dice. “Quiero ser actor. Mi gran sueño es Nueva York. Pero voy a usar mi entrenamiento en la universidad y empezar a formarme localmente, y tratar de trabajar en mi camino a la cima. Empecé a actuar en segundo año [de la preparatoria]. La actuación y yo somos uno. Me encantó.”

Jonnalys se dirige a la Universidad Wesleyan de Texas para especializarse en justicia penal con un enfoque en pre-leyes.

“Mi objetivo final es ser jueza de la Corte Suprema”, dice. “Pero cuando salga de la escuela de derecho, quiero retribuir a mi comunidad. Así que quiero trabajar con el Proyecto Inocencia y practicar el derecho juvenil para trabajar con los jóvenes. Trabajo con la YMCA, y quiero devolverles por todo lo que hacen por mí. No tuve una infancia muy agradable, y vi muchas cosas que están mal en nuestro sistema de justicia para los jóvenes. Espero hacer una diferencia de esa manera.”

Equipada con los recursos otorgados por la beca Dell y con sus logros hasta este punto, su maestra de AVID, Liliana Middlebrooks, no tiene ninguna duda de que Jonnalys, Claudia y James dejarán su huella.

“Estos tres estudiantes merecen tanto esta beca”, dice. “¡Espero ver lo que tienen reservado para el mundo!”